martes, 20 de agosto de 2013

Control de la información

La construcción de la identidad comienza junto con  el origen de la vida y no se detiene nunca, aunque es más plástica durante la niñez y adolescencia. Durante este proceso las personas son influenciadas por TODA la información que reciben. No sólo las cosas que nos son dichas explícitamente, sino también las actitudes, las rutinas propias y de l@s que nos rodean, los mensajes que recibimos de los medios de comunicación, y otro montón de elementos cotidianos. Así que son muchos estímulos que aportan a nuestra construcción personal.

Habitualmente nos preocupa en sobre medida el contenido de estos mensajes y estímulos que reciben nuestr@s hij@s sobre las cuestiones relativas a la educación sexual. ¿Debería saber un/a niñ@ de 3 o 4 años qué existe la homosexualidad, la poligamia, el travestismo, etc? ¿Hasta qué punto conocer la diversidad? ¿Puede alguien decirle a mi hij@ a que edad se puede tener novi@, tener relaciones sexuales o casarse? ¿Cómo va a entender de dónde nacen l@s bebés, qué es el incesto, o qué es la prostitución?

Me gustaría destacar que aunque sí es importante tener cierto control sobre la información que reciben nuestr@s hij@s, no es necesaria (ni saludable) la sobre protección. Lo que es fundamental es tener un diálogo abierto y frecuente que nos permita discutir y reflexionar sobre las situaciones vividas o cualquier estímulo recibido por el niñ@ (o en conjunto), y protegerlos sí de aquellos mensajes que consideremos en contra de nuestros valores supremos (por ejemplo la violencia). También podemos controlar en la edad preescolar y escolar los contenidos que miran por televisión, ya que estos pueden tener mensajes muy variados, muchos de ellos con los que estemos en desacuerdo. No hay que temer de los mensajes relativos a la educación sexual que puedan recibir en la escuela,  o de parte de miembros de la familia. Es mejor que escuchen la información, mensajes y/o opiniones de estas personas, y luego explicarles que nosotr@s pensamos diferente, y argumentar a favor de nuestras ideas de forma clara y comprensible para un/a pequeñ@. “cuando seas mayor lo entenderás”, “no puedo explicártelo ahora” y “eres muy pequeñ@ para hablar de estas cosas” son frases que debemos evitar, SIEMPRE hay un modo de explicar las cosas adaptadas a la capacidad de comprensión de cada niñ@.

Debemos tener siempre en cuenta que l@s niñ@s NO se pervierten ante el conocimiento de información. Es debido ser sinceros con ell@s, y hablarles en términos de la verdad tanto cuando vienen con preguntas directamente, como cuando entendemos que no comprenden una situación en particular. Nadie nace conociendo todas las realidad, así que a su tiempo irá conociendo y apropiándose de la diversidad del mundo: creando sus propias opiniones y sus límites del bien y el mal. Será poco a poco, pero inevitablemente sera así que permitamos que suceda de la forma más saludable posible.




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