jueves, 30 de mayo de 2013

L@s niñ@s no deberían guardar secretos

Los secretos son algo más delicado de lo que podría pensarse a simple vista. Sobretodo si hablamos de niñ@s pequeñ@s, los secretos son un tanto peligrosos. Son armas filosas.

A nadie le gusta pensar que en este mundo en el que vivimos existe el abuso infantil, pero es un hecho. Sucede en todas las clases sociales: “hasta en las mejores familias” como dice el dicho. Como adult@s somos responsables de tener esto en cuenta, para estar alerta.

Prevenir el abuso es algo que debemos incorporar a nuestra rutina, debemos tener un lenguaje y una actitud que colabore constantemente con dicho fin. Podemos empezar por familiarizarnos con la idea de que l@s adult@s no deberían pedirle a l@s niñ@s que guarden secretos. Incluso si algunos pueden ser muy ingenuos, no es una rutina saludable. Debemos destacar esto en palabras, para que en caso de que algo extraño este sucediendo, o que alguien les pida que determinada situación se mantenga en secreto, l@s niñ@s puedan acudir a una persona adulta de confianza y contar los hechos -que pueden no tener ninguna relación con el abuso, o si tenerlo y dificilmente un niñ@ pueda detectar la diferencia.

Otro consejo es cambiar y/o eliminar las actitudes poco respetuosas que hoy en día se han naturalizado -por ejemplo insultar a l@s amig@s en forma de “broma”, o golpes suaves que ya no se consideran violentos. Está bueno reflexionar sobre esas cositas que hacemos a diario que no son del todo correctas para intentar cambiarlas, simplemente para ser mejores personas. Pero además de esto, cuando somos una referencia para un/a niñ@ o un/a adolescente debemos hacer un esfuerzo extra ya que educamos con el ejemplo. Somos vectores de información a las siguientes generaciones, la información que se decodifica de nuestras acciones.



jueves, 23 de mayo de 2013

martes, 21 de mayo de 2013

¿¿L@s niñ@s se tocan??

Si señores y señoras: ¡l@s niñ@s se tocan!



Es muy común que l@s niñ@s en algún momento descubran que tocarse (acariciarse, mimarse, frotarse...) los genitales les provoca placer. Este probablemente sea su primer contacto con el placer sexual, y puede darse entre los 6 meses y los 5 años de edad. En l@s más pequeñ@s se da de forma sutil, por ejemplo cuando rozan una pierna con otra o en situaciones esporádicas casuales como cuando un adulto l@s hamaca sobre la falda. A partir de los 3 años, aparecen formas más directas de estimulación, por ejemplo frotarse contra el borde de la silla, o incluso tocarse con las manos.


Según mi opinión, este comportamiento no debería llamarse masturbación, o al menos no debería asociarse a la masturbación de adolescentes y/o adult@s. Sus características e intenciones son muy diferentes.


Es importante no alarmarse ante este tipo de actitudes -ya que no están relacionadas en absoluto con la perversión- y por el contrario, aprovechar la oportunidad para explicarles a l@s niñ@s que estas cosas pertenecen al círculo de lo privado. Podemos tomar otros ejemplos en relación a la genitalidad y lo privado, y así ayudaremos a prevenir otro comportamiento frecuente que se da cerca de los 3 años que es mostrar los genitales a sus pares. En la vida cotidiana hay muchas acciones que l@s adult@s entendemos que pertenecen (y/o deben pertenecer) exclusivamente al círculo de lo privado, pero l@s niñ@s deben aprender esto con nuestra ayuda. Es bueno estar atent@s a la frecuencia con la que observamos que l@s pequeñ@s se tocan, si vemos que los estímulos son excesivos, deberíamos consultar con un profesional. Esto es lo mismo que pasa con otros comportamientos, son completamente saludables en cierta medida, pero no lo son cuando se excede un límite.


Algunos consejos que pueden ayudarnos a educar la comprensión de la privacidad y la intimidad de l@s niñ@s son los siguientes: si el/la niñ@ tiene un cuarto propio (o compartido con un/a herman@), debemos darle cierta privacidad a su espacio. Golpear la puerta antes de entrar es una buena rutina (claro que en situaciones normales, y no cuando pensemos que existe algún tipo de peligro dentro), también es bueno permitir que el o ella tome decisiones, por ejemplo sobre la decoración del ambiente.

jueves, 16 de mayo de 2013

La moda de parecer personas “abiertas”

Este pequeño artículo invita a reflexionar sobre la nueva moda de ser padres y madres “abiert@s”. Hoy en día está bien visto ser padres/madres cancher@s, con mucha onda y una visión posmoderna del mundo que les permite comprender y aceptar la diversidad entre los seres humanos.

Según mi opinión, esta moda se parece un poco a la moda “verde” eco-amigable: ambas  tienen una buena intención, pero no siempre van de la mano de la moral personal. No es algo malo que esté de moda un buen concepto, el problema es que a veces nos cuesta amoldarlo a nuestra ideología y apropiarnos de él.

Está buenísimo ser abiertos, pero debemos permitirnos conocer nuestros límites. Aceptar la diversidad y las distintas formas de vida que se encuentran en nuestra sociedad es algo importante, pero llegar a eso necesita de un proceso interno. Cuando nos encontramos con una persona o un grupo que toman decisiones extremadamente diferentes a las nuestras, hay que analizarlas con cierta profundidad, y cuestionarnos por qué es tan distinto lo que hacen, si estamos de acuerdo con esas prácticas, si se lo permitiríamos a nuestr@s hij@s (en el presente o en el futuro), por qué si o por qué no, etc. Este cuestionamiento nos facilita apropiarnos de la diversidad y hace que nuestra aceptación sea más auténtica. Incluso puede ayudarnos a establecer límites, conocer hasta dónde respetamos o toleramos la diferencia.

Otro ejemplo diferente, es en el área de la equidad de género. Dónde para mí, sí está bueno ser (y no parecer) abiertos. En mi experiencia personal como tallerista, me he encontrado con la situación de padres y madres que defienden la equidad de género en el juego, pero cuando se abre la discusión es frecuente que aparezcan controversias en lo que respecta a los juguetes que se encasillan en “para nena” o “para varón”. Habitualmente se acepta que los niños juguen con muñecas o las niñas con pistas de autos en el jardín o en casas de prim@s o compañerit@s, pero cuando se profundiza en la discusión la mayoría admite que no está dispuesto a comprar este tipo de juguetes para sus hij@s. Aquí se confronta la moda de que “está bien darle libertad al niñ@”, con los valores (tal vez infundamentados) de que: “los varones no juegan con muñecas” o viceversa. En este caso, yo propongo el ejercicio de pensar por qué aceptamos la moda de ser “abiertos”, ¿No es lógico que l@s niñ@s merecen la libertad de escoger sus juguetes? ¿Por qué no permitirles un juego sano?  ¿Cuál es el problema de comprar muñecas para varones? ¿Va en contra de nuestros valores, o nos da más miedo el “que dirán”?

Las situaciones donde se confrontan ideas y no estamos convencidos si una práctica es buena  o mala son oportunidades para conocernos mejor y explorar dentro nuestro qué es lo que en realidad pensamos.


¿Recuerdan si alguna vez estuvieron en esta situación?

lunes, 6 de mayo de 2013

El cuerpo entero

Las personas tenemos un cuerpo entero. Algo que suena tan obvio, pero a veces parece que nos olvidamos... Nos olvidamos de que a nuestro cuerpo no le falta ni le sobra nada. Por suerte, no tenemos que asemejarnos a un molde.

Es algo fundamental en el desarrollo de l@s niñ@s que estos exploren su cuerpo, que se apropien de él y aprendan a cuidarlo. Respetar y cuidar el cuerpo abarca muchos aspectos que incluyen por ejemplo las exigencias deportivas, la salud, la higiene, la intimidad, etc.

El cuerpo es sexuado, y definitivamente hay diferencias notables entre sexos biológicos, no sólo a nivel de los genitales externos. Podemos como adult@s explicarle sin miedo a l@s niñ@s algunas de estas diferencias, que los genitales son distintos pero que tienen funciones similares (cosa que ell@s pueden intuir, ya que están situados en el mismo sitio en el mapa del cuerpo). Está bueno poder utilizar el vocabulario real: pene y vulva, lo que naturaliza estas partes ya que normalmente no le ponemos apodos a otras partes del cuerpo. No debemos olvidar que en edad preescolar la salud es responsabilidad de l@s adult@s, por eso no debemos transmitir la idea de pudor y permitir que l@s chic@s hablen libremente de sus genitales. Esto  ayuda a que si sienten molestias o dolores  en la zona genital puedan comunicárnoslo libremente.  Cuando se registran cambios hay que consultar con un doctor que pueda indicarnos si estos son importantes y qué hacer al respecto.

Un ejercicio bonito es notar la diversidad que existe en las características corporales: algun@s son bajit@s, otr@s alt@s, los distintos colores de piel, de ojos, la forma de los dedos... hay muchas características que nos diferencian de los demás, tanto de las otras niñas como de los niños: porque somos únicos.

Escuchar al cuerpo es una expresión que me gusta utilizar. Y aunque es un poco abstracta, efectivamente se puede aprender desde muy pequeñ@s. Escuchar al cuerpo es preguntarle cómo se siente en diferentes momentos y actividades: si está cómodo, si le duele algo, e incluso si podemos hacer algo para que esté mejor. Cuando tomamos conciencia del estado del cuerpo, podemos definir poco a poco aquellas cosas que nos hacen bien y las que nos hacen mal. ¿Qué cosas disfruto de hacer? Texturas agradables, mimos y masajes, deportes, juegos al aire libre... pueden ser muchas cosas. Es bueno ayudar a l@s niñ@s a tomar conciencia del cuerpo y sus sensaciones para que puedan elegir cuáles expandir...