En la educación informal (que es aquel
tipo de educación que se da fuera de un marco formal -como la
escuela- o no formal -como los movimientos scout) transmitimos
información de forma consciente e inconsciente con nuestros
discursos y actitudes. Pero es bueno saber que educamos con el
ejemplo, y aunque l@s niñ@s pueden juzgar nuestras decisiones como
buenas o malas para construir su visión del mundo, siempre
deberíamos ser coherentes con lo que nosotr@s como adult@s
consideramos que es “el bien”. Como pequeño ejemplo, si pensamos
que hay que valorar y respetar a las personas, no deberíamos
utilizar insultos indiscriminadamente, o cuando nos parece que la
otra persona no tiene la razón, sino optar por un diálogo más
razonable.
En el caso de la educación sexual,
casi siempre nos ponemos tensos y pasamos de un diálogo natural típico de la educación no formal que forma parte de la vida
diaria de l@s niñ@s, a un registro muy serio y delicado el cual subraya
todo lo que decimos. Esto debería evitarse para que la información
se transmita correctamente, sin dejar en l@s pequeñ@s la sensación
de que las dudas y preguntas que le han surgido no son las
correctas, y que en próximas ocasiones deberían reprimir preguntas
similares. Hay que hacer el esfuerzo de hablar de estas cosas sin pudor. Por ejemplo hacer el ejercicio de pensar y compartir en la
pareja, como responderíamos a diferentes preguntas, se pueden
proponer preguntas que hayan escuchado de otros niños, en la
televisión o simplemente utilizar su imaginación-. Esto va a
proporcionar un espacio más para conocerse, y además ayuda a ambos
a estar mejor preparados para enfrentar diferentes situaciones
(aunque pasen mucho tiempo después).
La responsabilidad de satisfacer las
dudas de nuestros hijos, y de transmitir la información necesaria
yace sobre ambos miembros de una pareja. Es un mito que sólo las
mujeres deben hablar de estos temas, y otro mito que la mamá debería
hablar con las nenas y el papá con los nenes. Los asuntos de
biología básicos como aquellos referidos al cuerpo humano y la
genitalidad, el desarrollo sexual, y el sexo pueden ser tratados
tanto por hombres y mujeres por igual. Y claro que aquellos asuntos
más personales como aquellos de los vínculos interpersonales,
también. La información que demandan l@s pequeñ@s habitualmente es
bien manejada por ambos padres y es bueno para fortalecer el vínculo
poder transmitirla. ¿No les parece?
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